“Los Nuevos” – Novela de zombies por partes. (28/35)

(Último capítulo de la Segunda Parte)

Andrea y Esteban…

En la puerta de la casa de Esteban, él y Andrea observan a Rubén mientras se marcha.

Conmovido por el relato de Rubén, el zapatero le había comentado que casualmente sabía de un francés que vivía no muy lejos de allí, y casualmente también, junto a un puñado de casas de barro. Esteban no estaba seguro, pero quizá se tratara del mismo francés… Esteban le comentó todo esto al viudo, sin pensar en las consecuencias.

Rubén, no sólo escuchaba con atención, sino que además, en dos o tres ocasiones, hizo un par de inocentes averiguaciones que, en realidad, no eran más que preguntas capciosas cuya finalidad era desviar la atención de sus interlocutores, alejarlos de lo que verdaderamente le interesaba saber al accidentado.

Cuando el dueño de casa terminó de contar lo que sabía, Rubén se había parado del sillón, y Esteban había detectado en la mirada de aquél algo que interpretó como ira contenida. Y no se equivocaba, pero ya era demasiado tarde.

Rubén apenas les da a entender que está resuelto a ir tras el francés: “…pues eso es lo que me ha traído hasta aquí en primera instancia.”

Entonces, Rubén y Andrea habían discutido.

“No vayas, Rubén, por favor. Acá estamos seguros. Ya viste lo que está pasando en toda la ciudad. Los perros nos protegen.”

Todo en vano. Ni el mujeriego, ni la rubia, habían logrado hacer cambiar de opinión a Rubén, quien salió como mula, dispuesto a consumar su venganza. El único propósito que lo mantenía con vida.

* * *

En la puerta de la casa de Esteban, él y Andrea observan a Rubén mientras se marcha, bajo la incesante lluvia, en dirección a la casa de François.