ya es mañana

«ya es mañana»

ya es mañana

ya cumplí todos los años todos los daños todos los plazos todos los

(whatever)

ya es mañana y ya no estoy esperando, pues

(no) te tengo acostada a mi lado como un agujero negro

(si el amor fuera negro)

absorbiendo mis pupilas, mis deseos, mis sueños, mis parasiempres,

mis diecisiete mil dedos de fuego

y yo

(con apenas dos pupilas y una sonrisa)

luchando contra la gravedad infinita

de tu persona, tus curvas, tus caricias

y adrede perdiendo (obvio)

pero debo refrenarme! -carromato fiero y terco ardiendo

descontrolado hacia un desfiladero lleno de Milagros

…para no caer en tu espalda dormida (me quedaba un) para siempre

y allí (aquí) estás,

libre y filosa,

cortando mi vida en dos mitades-continente

arruinando mi ego

convirtiendo en oro y diamantes mi presente

y dándole de comer a mi piel su mejor alimento:

fuego, oxígeno, labios, miradas

devolviéndole a mi mente sus alas

y aquí (allí) estás,

libre y filosa,

dulce y hermosa,

convirtiendo para siempre en ayer

mi espera, mi hoy

mi mañana

a mi lado, luz

«a mi lado, luz«

te encontré

(te encontré?)

no.

(o no lo sé

ni me importa)

me encontré a mí

entendí que siempre estuve aquí

esperándome

(esperándote)

y habiéndome encontrado

miré hacia un costado

y allí estaba tu calor

aún decidiendo si flotar o esconderse

como aferrado a mi camino sin saberlo

o sabiéndose camino él mismo

allí, esa tímida sonrisa de alas rojas

acariciando palabras con su voz de algodón

esos ojos despiertos, tranquilos, inquietos

con su extraña forma de ignorar el tiempo

mirándome

estudiándome las antenas los tentáculos

el exocorazón

y yo, apenas limitándome a seguir mirando hacia un costado

bicho raro y loco

hipnotizado y loco

mirando para siempre

hoy, nuevamente

«hoy, nuevamente»

hoy, nuevamente, se me infla el pecho para siempre

me encuentro hermano de la vida

me acepto amigo de la muerte

camino único mi camino incipiente

abrazado por el sol

el requerido viento besándome la frente

sólo soy piel, soy sólo adentro

piel, huevos, risa y corazón

soy sólo agua, sólo soy fuego

experto en apagar la mente cuando quiero

como por ejemplo hoy, nuevamente

entonces se me infla el pecho para siempre

universo terso y fresco

dentro de este otro universo lleno de gente

donde caben todos

donde no hay nadie que me comprende

que se me entienda bien: respiro,

soy feliz, soy pleno, soy anciano, soy niño, soy bueno,

pero adónde va tanto caudal

de tan inmenso río

cuando todo me sale bien, cuando soy tan feliz

y no puedo compartirlo contigo?

otra cosa

«otra cosa»

llegaste, chabón, no, no te des vuelta, no hay otra cosa, llevás las ciudades y las noches prendidas del lomo como dulces lampreas contentas, el pecho revuelto en su silencio despierto, y esa frente tan tuya, tan cruda, tan llena de momento, tan vacía de gente, y ahora, y aquí y ahora, un paso por vez, escalera abierta con actitud de vientre, y vos tan pupila latente, como si (no) hubiera otra cosa, esperándote, cosa inaprensible y demente, pero ya llegaste, y no había nada, sólo estabas vos, esperándote, tu propia escalera, tu propia pupila, tu propio vientre

sólo vos, chabón, como siempre

inaprensible

y demente

qué pasa si…

«qué pasa si…»

Sí, tenés razón.

Pero, y qué pasa si estás equivocada…?

Qué pasa si la vida es demasiado corta como para dejar que la mente se entrometa en las cuestiones del Ser …y estás equivocada?

Si creés que es intuición (o su ausencia) pero es mente reseca y desporada?

Si en lugar de apatía es miedo al fuego?

Si estás equivocada…?

Soy un bruto. (Lo sé más que nadie.) Una roca de humo, un rinoceronte transparente que no sangra y vive en el sol. Un yunque, un bruto (con manos de esponja y pies de agua) que no te entiende…

Pero, …y qué si estás equivocada?

La vida no es corta y es al extremo Bella -como vos- …pero se termina, mujer. La vida se termina y me estás privando de hacerte feliz, que es lo único que me falta por aprender.

Acaso mis brazos sean demasiado cortos y no pueda abrazarte, pero mi corazón es todos los océanos y podrás nadar en él para siempre…

Cómo lo sé?

Porque quien tiene miedo se equivoca.

Porque no tengo miedo.

Yo acepto.

Y por qué no robarte un beso si no tengo miedo? Porque acaso equivocada girarías el rostro y yo obtendría un reproche que no me pertenecería, un fracaso inmerecido -yo, que amo los fracasos y corro hacia ellos con el pecho bien abierto, cuando los merezco-, una mancha rancia que no me pertenecería -yo, yaguareté con diez mil manchas bien mías-, y por haber sido alguien que no soy, encima.

Yo acepto.

Yo, y mi maldita alquimia perfecta y blanca: no tengo miedo: mis temores duran un segundo: inmediatamente convertidos en aceptación, y en fuego.

Relacionémonos desde el Amor, mujer, que la mente, la sociedad y el miedo no jueguen nuestro juego. Que el viento sea nuestro, y todas las tardes soleadas, y todas las risas, las plazas, todas las caricias, las miradas, y todas las camas

sean nuestras para gastarlas!