acierto

«acierto»

a los cuarenta me vengo a enterar que soy adicto a la dulzura…

a tu dulzura, verde y luminosa,

a tu sonrisa hermosa

que soy adicto a contradecirme, buscando desaparecer en el universo,

o en tu piel,

que es lo mismo…

recién ahora me doy cuenta de que sí existe el error: el error es no besarte, no mirarte, no abrazarte.

pero también existe el acierto:

estar aquí y en este preciso momento.

conmigo

Definitivamente, nacer conmigo fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida.

Nacer justo en el universo que habitan mi niño y el blues…

Nacer con un corazón aun más grande que mi cerebro, y con la piel más roja y caliente que el mismísimo corazón.

Como que nací afuera.

Y yo ya estaba esperándome.

no me canso

«no me canso»

no me canso

y no me canso de decirlo no porque sea o no sea guapo

o porque sea o no sea una contradicción insalvable…

no me canso de decirlo – sencillamente – porque todavía hace falta

porque todavía no me lo creo:

Soy el Universo

punto

y así como no existe un afuera en el Universo

todo se soluciona piel adentro

y sino, no.

punto

Soy el Universo

sin el Sí

ni el No

sin el Hoy

sin el Soy

.

Ser el Universo

punto

ser el que observa y agradece

ser el que absorbe y no devuelve

ser el que entiende de otra forma

ser el que aprende

y sino, no

punto

ser el universo

con minúscula, que no es propio

ni es de nadie

punto

ser de ser

como el agua

pero como mucha agua

poca, se evapora o se congela…

mucha, extingue y derrite…

ser el universo

sin el yO

punto

Siendo sólo Ser (9)

Y comentarle a la sociedad que no le pertenezco, entre mate y mate, mostrarnos quién soy, qué merezco…
Dejame ir, perderme en serio.
Dar un único paso en falso a los ojos del gentío, que es decir:
nadar en el Universo.

Robótica Dialéctica: ¿es regresar o necesitarte? No querer contestar!
Ser aire…

Me olvido… me olvido de ser yo mismo
entre tantas palabras agentadas desgranando nuestros cuerpos…
que es decir:
jamás ejercí de loco del todo,
ni fui libre,
ni aprendí a ser nadie…
pues nadie podría nunca contestar nimiedades ni ensalzarse jamás en debate alguno… si no cree
-como el perro y las hormigas no creen-,
en las verdades.
Nadie, que es decir Yo, si pudiera ser Nadie, esgrimiría jamás postura alguna
-que no fuera la de sus carnes sonriéndole al Tiempo-,
ni daría su opinión al Otro,
¡¿qué opinión puede tener el viento?!
 
Viento: caricia que nos hace el Universo…

Quiero ser afecto recorriendo una piel,
antes que monumento.